LA ASTENIA PRIMAVERAL
La astenia primaveral es un trastorno que acontece en primavera cuando muchas personas se sienten especialmente cansadas, desmotivadas y con alteraciones en el humor. La entidad médica de la astenia primaveral es controvertida, ya que la comunidad científica no se pone de acuerdo sobre si se trata de una enfermedad o no y si necesita tratamiento. En cualquier caso, muchas personas sienten que con la llegada de la primavera experimentan determinados síntomas molestos que podrían deberse a una alteración de los ritmos biológicos.
Causas
La astenia primaveral tiene distinta causas. Así, los cambios de horario (al adelantar la hora), las modificaciones ambientales (con otras condiciones de luz y presión atmosférica) y la adopción de otras rutinas (debido al buen tiempo y a que anochece más tarde) pueden alterar el organismo, haciendo disminuir la producción de endorfinas, que son las hormonas del bienestar.
Cambio de hora. El cambio de hora, que se realiza el último domingo de marzo y el último fin de semana de octubre, puede afectar al organismo, que necesita adaptarse a las nuevas condiciones de luz. Repasa las recomendaciones para adaptarse con antelación
Además, el aumento de horas de luz altera la segregación de melatonina, una hormona que regula el sueño. Hay personas que consiguen adaptarse mejor a estos cambios. Sin embargo para algunos adultos y, especialmente, para los niños y los ancianos, esta adaptación puede ser más difícil, dando lugar a la astenia primaveral.
Diagnóstico
El diagnóstico de la astenia primaveral es clínico, en virtud de la observación de los síntomas que presenta. Los síntomas característicos de la astenia primaveral son los siguientes:
- Cansancio generalizado.
- Falta de energía para realizar las tareas cotidianas.
- Somnolencia diurna.
- Bajada del deseo sexual.
- Malestar general.
Estos síntomas suelen prolongarse durante una semana o dos, el tiempo que tarda el organismo en acomodarse a las nuevas circunstancias ambientales. Por tanto, estaríamos hablando, más que de una patología, de un trastorno adaptativo.
Tratamiento
Siguiendo determinados consejos en cuanto al estilo de vida se puede conseguir superar antes la astenia primaveral. Estos son 10 consejos que ayudan a tratar la astenia primaveral:
- 1. Horarios fijos. Para que el organismo vuelva a encontrar de nuevo su equilibrio es fundamental seguir unos horarios fijos en cuanto a descanso y alimentación.
- 2. Atención a la comida. Es importante hacer cinco comidas al día para que el cuerpo no sufra hipoglucemias que también afectan al ánimo y el bienestar. Además, la dieta ha de ser rica en nutrientes que aporten mucha energía, como los frutos secos o los plátanos, que además son ricos en triptófano (aminoácido precursor de la serotonina, un neurotransmisor que potencia la felicidad).
- 3. Hidratación suficiente. Hay que beber, al menos, dos litros de agua al día para estar bien hidratados. Una hidratación insuficiente afecta al estado general de salud pudiendo provocar cefaleas, entre otros.
- 4. Descanso óptimo. Seguir unas rutinas adecuadas a la hora de dormir es fundamental, ya que la astenia afecta al sueño, provocando insomnio, con la posterior somnolencia por la falta de descanso durante el día posterior. Hay que intentar dormir unas 8 horas diarias. Para ello, hay que cenar al menos tres horas antes de irse a la cama, no consultar pantallas en la hora previa a dormir, no ver la tele en el dormitorio, seguir una regularidad en la hora de irse a la cama y procurar que la habitación esté a una temperatura adecuada (18 ºC).
- 5. Ejercicio moderado. Practicar ejercicio físico moderado con regularidad (caminar, nadar, montar en bicicleta…) estimula la producción de endorfinas y aumenta el tono vital.
- 6. Actividades placenteras. La astenia primaveral provoca desmotivación en general, por eso conviene intentar superar la sensación de cansancio y falta de energía para realizar actividades que resulten placenteras. De este modo el ánimo se eleva y se combate más eficazmente el periodo transitorio de tristeza primaveral.
- 7. No automedicarse. Si la persona está correctamente alimentada, no necesita suplementos nutricionales para superar la astenia primaveral. Hay que vigilar una posible hipervitaminosis (exceso de algunas vitaminas), por lo que antes de tomar este tipo de productos es recomendable consultarlo con el médico.
- 8. Observar si hay otros síntomas. En ocasiones, la astenia primaveral puede confundirse con otras patologías como la anemia o distintas viriasis o incluso con enfermedades mentales como el trastorno afectivo-estacional. Si, además, de los síntomas específicos de la anemia la persona tiene fiebre, mucosidad o manifestaciones respiratorias o gastrointestinales, conviene acudir al médico para que diagnostique si se trata de otra enfermedad. También si los síntomas de la astenia se prolongan durante más de dos semanas para descartar otras enfermedades en el ámbito de la salud mental.
- 9. Mantener un espíritu positivo. Ser positivo genera más positividad, lo que puede ayudar a sufrir menos por los síntomas de la astenia asociados al bienestar emocional. Desdramatizando la situación se supera antes y mejor el estado provocado por la astenia primaveral.
- 10. Ser paciente. La astenia primaveral es pasajera, por eso aunque sus síntomas sean muy molestos y afecten negativamente al ánimo, se debe ser paciente e indulgente, pues acabará pasando en unos pocos días en cuanto el organismo se adapte a la nueva situación. Si son los niños los afectados por la astenia, hay que tener en cuenta que tal vez presenten más rabietas y lloros durante unos días, pero que cesarán enseguida.
Fuentes
- Sociedad Española de Medicina de Atención Primaria (Semergen)
- Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)
- Onmeda International