jueves, 14 de mayo de 2015

Causas de las alergias

      1. La principal causa de las alergias primaverales es el polen

La alergia es la reacción exagerada de nuestro organismo frente a cualquier sustancia que éste perciba como nociva. Nuestro sistema inmunológico entra en acción cuando detecta agentes extraños y responde con lo que empiezan siendo síntomas y acaban en alergia.
La sustancia protagonista responsable de las alergias primaverales es el polen. Primavera es sinónimo de renacimiento,cuando la polinización llega y el mundo vegetal florece esparciendo por el aire cantidades ingentes de polen. Un polen que puede pasar inadvertido en la atmósfera pero del que toman buena cuenta los alérgicos.
      1. Cómo descubrir que se es alérgico
No sólo se trata del polen, el polvo también es muy abundante haciendo ambos de la primavera una estación incómoda para los afectados de alergia respiratoria, sobre todo si no hay lluvias abundantes. De repente, con la polinización todo fluye llenando el aire de sustancias extrañas, plumas, insectos y parásitos de animales se unen al polen y al polvo inundando nuestro entorno. Es la influencia del clima, las temperaturas y la contaminación las que determinan el aumento cada año de la cifra de afectados por las alergias primaverales.
Por este motivo, es importante conocer los síntomas de las alergias primaverales para estar alerta:
  • Picor de nariz, de ojos, acompañado de enrojecimiento de la piel, lagrimeo y molestias con la luz.
  • Moqueo y congestión nasal.
  • Golpes de tos.
  • Tras realizar un esfuerzo, pitos al respirar.
  • Cansancio después de hacer un ejercicio moderado y sensación de ahogo.

Si se detecta de manera clara uno de estos síntomas hay que acudir al especialista. Consultar al alergólogo y hacernos las pruebas de alergia es un paso imprescindible para encontrar el remedio a nuestra afección.
      1. Luchar contra el polen
  • Es imprescindible conocer cuáles son los tipos de polen que afectan a cada persona, en definitiva, conocer al “enemigo” y seguir a raja tabla las pautas antialergénicas que se prescriban.
  • Evitar las zonas o ambientes contaminados, protegiéndose de este modo de cualquier infección respiratoria. En cuanto al tabaco, es conveniente dejar de fumar y no frecuentar ambientes cerrados cargados de humo.
  • Intentar, durante la época de polinización, no desarrollar actividades en el exterior -salidas al campo o al parque-, sin olvidar el deporte al aire libre, sobre todo los días más ventosos. Para ello, controlar los horarios y el pronóstico del tiempo son la clave. Según estas premisas, saber cuando hay una mayor producción de polen es fundamental, es decir, evitar salir entre las 5 y las 10 de la mañana y de 7 a 10 de la noche, momentos de apogeo para el polen volátil. Además, tener muy presente que los días secos y ventosos son críticos para los alérgicos y, por el contrario, los días húmedos, en que el agua elimina los rastros de polen en el aire, son más adecuados para mejorar la respiración.
  • Ser especialmente meticuloso con la limpieza de la casa, eliminando todos los elementos que acumulen polvo o polen –alfombras, telas, cortinas, muñecos de peluche- a ser posible con agua, para que la humedad mantenga sin dispersarse a ambas sustancias. Utilizar equipos de aire acondicionado con sistemas de filtrado de polen, mantener las ventanas cerradas cuando sople viento y usar la aspiradora en lugar de escobas o plumeros son buenos consejos para mantener a raya a las sustancias dañinas fuera de casa.
  • Cambiarse con frecuencia de ropa mantiene alejados los alérgenos que se adhieren a las telas, de igual modo que es preciso no secar la ropa al sol para que las partículas de polen no la impregnen.

  • Utilizar gafas de sol en el exterior durante el periodo de polinización para proteger la conjuntiva ocular.
  • Extremar la higiene de manos y cara, y limpiar frecuentemente con agua fresca la nariz y los ojos.
  • Evitar el contacto con las plantas productoras del polen situadas en parques, jardines o zonas de abundante vegetación.
  • Evitar desplazamientos en moto o bicicleta.
  • Viajar en coche con las ventanillas cerradas.
  • Emplear filtros de polen en el aire acondicionado de vehículos y viviendas.
  • Utilizar aspirador para la limpieza del hogar y quitar el polvo con una bayeta húmeda.
  • Mantener la casa cerrada y conservar un ambiente lo más húmedo posible. Ventilar la casa tras la caída del sol; cinco minutos son suficientes para airear una habitación.
  • Ducharse después de pasar un tiempo al aire libre para eliminar los residuos de polen en el cuerpo o cabello y cambiarse de  ropa.
  • Evitar secar ropa al aire libre durante esta temporada
  • Tomar  la medicación según las pautas prescritas por los profesionales sanitarios. Recordar que los fármacos antihistamínicos pueden producir somnolencia.